Y el perro habló. Space Dog’, del artista alemán Hendrik Dorgathen, cuenta la historia de un can de humilde cuna que, por los avatares del destino, acaba siendo lanzado al espacio por la NASA, contacta con los marcianos y vuelve a la tierra convertido en un gurú mediático. Si el argumento se las trae, todavía sorprende más su espléndido dibujo y su narración muda.

Las sorpresas de ‘Space Dog’ van más allá de lo artístico. Este tebeo, publicado  en España por Dibbuks, se edita de forma conjunta con las siguientes editoriales y paises: Komica (Suecia), Edition Moderne (Suiza, Alemania y Austria), Bries (Bélgica y Holanda), Gingko Press (USA, Canada, UK, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda), Ladida Books (Polonia). Toda una hazaña editorial que ha valido la pena.

Y es que este cómic es toda una delicia visual. El alemán Dorgathen, un artista que entiende la historieta como una forma de aprendizaje, divide las páginas en 9 viñetas llenas de colorido, en las que, con un dibujo que recuerda al pop art, nos va narrando la historia del can espacial sin diálogo alguno. Y no se echan de menos las palabras.

Todo este despliegue de arte para contar en 64 páginas la vida de un perro que, tras dejar atrás la granja en la que nació, se convertirá primero en mascota de un grupo de jazz en la gran ciudad y después en astronauta. En el espacio contactará con unos extraterrestres que, además de hacerle hablar, le muestran un estilo de vida que él tratará de importar a la tierra sin éxito.

Quizás ‘Space Dog’ sea un proyecto arriesgado que se aleja de lo convencional en muchos aspectos. Sin embargo, todas las distancias que se toma son en la buena dirección y demuestran que aún queda espacio para la sorpresa en el maremágnum editorial.